Actualización de la crisis en la frontera europea.

A la fecha, la ofensiva rusa iniciada el 24.FEB.2022, se identifica con una maniobra en línea exterior con tres objetivos identificables:

– Asegurar la línea del Dniéper y proteger la región del Donbás

– Cortar la salida al mar en Odessa y Mariupol para conectar Crimea

– Controlar Kiev y buscar la capitulación de Volodimir Selenski

Fig.1 mapa de referencia

Hasta la fecha la acción rusa se ha destacado por el bombardeo inicial que genera una parálisis estratégica a las fuerzas ucranianas y permite una ofensiva estratégica desde cuatro frentes: el Donbás al este, desde el límite con Bielorrusia en el noroeste, desde Rusia al noreste y desde la península de Crimea por el sur.

Para considerar aspectos académicos referidos a la guerra, resulta evidente que es Rusia quién rompe las normas del derecho internacional y viola el espacio soberano de Ucrania a través de una decisión política del presidente Vladimir Putin que incluye una ofensiva militar, que se ha visto detenida por lo que parecen tres errores en la apreciación de riesgos y amenazas de Vladimir Putin: 1) sobrestimación de sus propias capacidades, 2) subestimación de las capacidades militares y espirituales de Ucrania y, 3) una falta de realismo en la consideración de la respuesta de Occidente lo que genera en un primer momento, que Rusia no alcance sus objetivos.

La pausa operacional permitió el reabastecimiento de la fuerza, la actualización de los planes y presentarse a una mesa de negociaciones con características particulares, dado que no existió un cese al fuego por parte de Rusia, hubo una amenaza nuclear rusa pero el lugar fue elegido por Ucrania, aparentemente el más débil, entregando un espacio a la diplomacia.

A la fecha, se realiza a la segunda mesa de negociaciones con un escenario diferente; Rusia ha ocupado parte del territorio de Ucrania, ha conquistado sus objetivos estratégicos, principalmente en el sur de Ucrania, la ciudad de Jerson, conectando de esta forma la península de Crimea con el Donbas; mantiene posiciones del norte de Ucrania con el dominio de la ciudad de Jarkov y cierra el sitio a Kiev; por tanto, mesa de negociaciones que posesiona a Rusia en una posición ventajosa.

Paralelamente, Ucrania ha realizado gestiones sobre su postulación a la UE lo que es aceptado y, desde la construcción de escenarios, pareciendo que ese movimiento podría entregar una posible salida al conflicto. El inicio de la operación militar estaba justificado por el acercamiento de OTAN a Ucrania, lo que no era aceptable para Rusia; hoy Ucrania no postula a OTAN (habría ganado Putin), es a Europa (habría ganado Ucrania).

En Occidente, el presidente Joe Biden, en su cuenta a la nación, ha endurecido el discurso y ha asumido el liderazgo para enfrentar a Rusia apuntando directamente al presidente Vladimir Putin y a su círculo más cercano. El escenario es de guerra, la resistencia de Ucrania se ha convertido en la defensa de Europa, las sanciones del mundo contra Rusia y el discurso de occidente, la han convertido en “paria”, sus aliados en las organizaciones internacionales son irrelevantes, China no está de acuerdo y, aunque presta apoyo en términos económicos, se abstiene en lo político recomendando las negociaciones. A este respecto y considerando la violencia que ha tomado la ofensiva militar sobre Ucrania, se espera la intervención de China como instrumento político para detener la guerra y centrar los esfuerzos en las negociaciones. La guerra ha sido muy activa, muy rápida, muchos cambios y, hasta ahora se observa que el espíritu de lucha ucraniano no ha sido quebrantado, que la guerra no ha salido de los márgenes de Ucrania, que el riesgo nuclear se mantiene como amenaza, que Rusia ha conseguido parte de sus objetivos militares para negociar diplomáticamente en una posición ventajosa y que Ucrania mantiene el respaldo de Europa y Estados Unidos.