¿Un nuevo frente de conflicto?.

La antigua Königsberg en tiempos de la Prusia Oriental, antes de la Segunda Guerra Mundial y que posteriormente fue rebautizada como Kaliningrado, una vez que la Unión Soviética lo anexiona al término de la guerra, se encuentra en medio de la apertura de un posible nuevo frente de tensiones en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania..

Occidente, y en este caso la Unión Europea, han impuesto sanciones económicas a Rusia y Kaliningrado ha empezado a sufrir los efectos a partir del reciente lunes 20 de junio de 2022, materializadas por Lituania1. La posición geográfica de Kaliningrado constituía una punta de penetración geopolítica en el espacio báltico durante la guerra fría, protegida por Lituania y Polonia, espacios políticos pertenecientes al área de influencia de la Unión Soviética. Al término de la guerra fría, estos dos Estados que aseguraban a Kaliningrado pasaron a ser parte de la Organización de Tratados del Atlántico Norte (OTAN) y con esto, Kaliningrado queda expuesto a las presiones políticas, pero con acceso a través del corredor de Suwalki. La Fig. 1 indica la posición geográfica de Kaliningrado que limita al Oeste con el Mar Báltico, al Norte y Este con Lituania y al Sur con Polonia. Esa posición ventajosa de la guerra fría ha ido perdiendo vigencia al estar entre potencias OTAN que, de concretarse el ingreso de Finlandia y Suecia a la alianza, quedará aún más deprimida en términos estratégicos y geopolíticamente quedará relegado a ser un enclave ruso en el espacio de la OTAN.

Hoy, los medios de prensa europeos dan cuenta del aumento de tensión entre Rusia y Lituania al explicitar las razones de la tensión derivada de la aplicación de sanciones de la Unión Europea a Rusia, referidas a restricciones de tránsito y materializadas por Lituania, sosteniendo que el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, advirtió que Rusia “reaccionará sin lugar a dudas a estas acciones hostiles” y anticipó que las eventuales medidas causarían un “grave impacto negativo” en la población lituana, aunque no especificó cuáles serían. Estas representarían una respuesta al bloqueo dispuesto por la UE de productos como acero y otros metales ferrosos, cemento, alcohol y abonos. Las autoridades rusas aseguran que el tránsito se ha visto afectado tanto por carreteras como por ferrocarriles (Cué Barbera, 2022). Finalmente, resulta relevante advertir que, en este contexto, el escenario del mar Báltico empieza a acumular tensión con la solicitud de incorporación a la OTAN de Finlandia y Suecia y los bloqueos ya descritos a Kaliningrado que se suman a la declaración del jefe de las fuerzas armadas finlandesas, general Timo Kivinen, quien aseguró que su ejército se alistó durante décadas y opondría una fuerte resistencia en caso de una agresión rusa (Kauranen, 2022).