Centro de Estudios de la Academia de Guerra

misiles y drones contra ciudades

En las últimas semanas, la atención mundial se vio enfocada en la escalada bélica entre Israel e Irán, que se superpuso con forzadas conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia en Estambul, derivando en memorandos opuestos que era necesario negociar (Elperiódico, 2025). 

Paralelamente a los hechos que el mundo entero observaba en el Medio Oriente la guerra de Ucrania seguía su curso, con las fuerzas rusas aprovechando cada brecha posible de explotar. En dicho sentido, durante la primera parte de 2025 – entre enero y abril – se generan diversos ataques en el frente, los que no definieron un cambio estratégico para ninguna de las partes, con el estancamiento de sus fuerzas. Sin embargo, a partir de mayo y hasta el presente, los esfuerzos se modificaron, caracterizándose por bombardeos sobre todo el territorio ucraniano, particularmente sobre la infraestructura civil. Esta última etapa presenta un hito relevante cuando, el 9 de mayo pasado se generan “ataques extremos” sobre Kiev, con 499 lanzamientos de drones y misiles, mientras se mantenían combates terrestres en los frentes interconectados de Pokrovsk y Dnipro.

Primera Parte de 2025

Desde inicios de 2025, el conflicto se mantiene con lentos y costosos desplazamientos sobre las áreas en disputa, lo que ya era una constante en el frente de batalla. La prioridad operativa rusa estuvo en concentrar y mantener su ofensiva sobre el óblast de Donetsk, con foco sobre Pokrovsk y otras localidades del norte y este de Ucrania. Paralelamente, mantenía esfuerzos en la región de Kursk, al noreste de la ciudad de Sumy y sobre el óblast de Járkov.

Ucrania por su parte ha sostenido contraofensivas en todo el frente, con las cuales logró liberar algunos territorios menores, como la aldea de Andriivka en el norte de Sumy.

Los drones se han mantenido como el arma más relevante en los combates y su uso masivo está transformando la dinámica de las operaciones militares, con efectos directos sobre la población civil de las ciudades ucranianas.

Figura N°1 Ataques rusos con drones y misiles sobre Ucrania entre el 1 de enero y 25 de junio de 2025. Nota: (ISW, 2025).

Ambos ejércitos los utilizan y esta situación se ve incrementada con el paso de los meses, pero la campaña rusa de ataques en esta etapa mantiene una superioridad en cuanto a la cantidad de aparatos lanzados y los daños ocasionados sobre la población civil, ya no como daño colateral sino como objetivos de ataque. Ucrania los ha utilizado para atacar poblados fronterizos de Rusia y en operaciones de sabotaje en la retaguardia enemiga.

Acciones desde junio de 2025

Desde junio pasado, se generan cambios en las operaciones, caracterizadas por el aumento en la intensidad de los ataques, en los frentes de batalla y, sobre todo, en contra de la población civil. No obstante, si bien las fuerzas rusas han predominado, no han logrado cambios estratégicos significativos, limitándose los beligerantes a lograr limitados avances tácticos.

Ucrania ha mantenido la lucha contra un enemigo que sigue invadiendo y que los supera en armas, número e inversión de defensa. Sin embargo, su respuesta a la invasión ha presentado una dimensión simbólica y estratégica, que marca la fase en que se encuentra el conflicto, con fronteras físicas desdibujadas y una confrontación que va más allá del combate convencional. Luego de la operación ucraniana sobre la aviación estratégica rusa y el ataque sobre trenes de pasajeros en la ciudad de Briansk, el mundo y Ucrania esperaban una respuesta rusa inminente; pues bien, ésta se inició el 6 de junio pasado, con ataques masivos sobre centros urbanos ucranianos, que están entre los más severos de la guerra (Bloomberg, 2025).  

Lo anterior evidencia el nuevo enfoque en los modos rusos, quienes emplean oleadas simultáneas de amenazas aéreas (hasta 500 drones Geranium-2 por ataque y misiles Iskander, entre otros) con las ciudades por objetivo, generando que ya no existirán áreas seguras.

Figura N°2 Fabricación en Rusia de Drones de la clase Geranium-2 Nota: (Meta-Defense, 2025)

Los ataques, principalmente nocturnos, se dirigen sobre objetivos mucho más sensibles y que exceden a lo netamente militar, buscando afectar la moral de la población ucraniana. Se trata de la continuación, durante esta parte del año, de las operaciones de desgaste iniciadas a fines de 2023  (Meta-Defense, 2025).

Del 31 de mayo al 1 de junio las fuerzas rusas ejecutaron ataques con un total de 479 drones y misiles sobre Ucrania. Durante la noche del 5 al 6 de junio, en una segunda serie de ataques con misiles y drones, se lanzaron 452 proyectiles, incluidos 407 drones Shahed y señuelos, desde las ciudades de Kursk, Oriol, Millerovo, Krasnodar y Crimea (DW, 2025). Según el Ministerio de Defensa ruso las acciones corresponden a la respuesta frente a los “actos terroristas del régimen de Kiev” y que todos los objetivos designados fueron conseguidos.   

Figura N°3 Ataque ruso sobre la ciudad de Kiev. Madrugada del 6 de junio 2025 Nota: (DW, 2025).

El 6 de junio, Rusia atacó con drones Geranium-2 y misiles Iskander un edificio de las afueras de Kiev. Después de finalizado el ataque, se produjo una enorme explosión secundaria, debajo de la planta de dicha estructura. Efectivamente dentro de dicha construcción existía un bunker en que se fabricaban drones de largo alcance y se guardaba material militar y explosivos.

En la ciudad de Lutsk, región de Volinia, fueron impactadas con misiles Kalibr diversas instalaciones militares ocultas en infraestructura civil, resultando afectada una planta industrial de reparación de aviones caza MIG 29. Tal como ocurrió en Kiev, posterior a este bombardeo se generó una explosión secundaria, posterior al primer impacto.

En Ternópil, ciudad del occidente ucraniano, Rusia atacó otro bunker que almacenaba un cargamento de misiles occidentales llegado cinco días antes, entre los que se cuentan 56 misiles Storm Shadow, 32 misiles de defensa antiaérea Patriot y 53 misiles ATACMS. En este lugar, al igual que en Kiev y Lutsk, después del ataque ocurrió una potente explosión secundaria.

A partir del sábado 7 de junio queda de manifiesto que la respuesta rusa no será nuclear, pero durará varios días. Igualmente, se aprecia que estos ataques no corresponden necesariamente a la “ofensiva rusa de verano”. Los nuevos ataques se concentran sobre la región de Járkov, que recibió alrededor de 50 drones y hasta 4 bombas planeadoras (FAP) en un ataque que alcanzó severamente el sistema logístico ucraniano de aprovisionamiento de armas, alimentos y municiones para el frente.

Destaca el ataque masivo en la madrugada del lunes 9 de junio, con armas de largo alcance lanzadas desde el aire contra uno de los aeródromos de aviación táctica de las Fuerzas Armadas de Ucrania, en las inmediaciones de la localidad de Dubno, óblast de Rivne, donde todos los blancos asignados fueron alcanzados. Acá se utilizaron 477 drones así como 5 misiles Kinzhal y hasta 10 misiles Kh-101 y Kh- 31P (Topwar, 2025).

Entre las últimas operaciones a gran escala y de carácter combinado (drones y misiles balísticos) destacan los ataques del lunes 23 y martes 24 de junio sobre Dnipro y Samara en que se alcanza incluso a un tren de pasajeros, provocando 20 personas civiles muertas y 300 heridas (Elespanol, 2025). 

Hasta fines de junio, las fuerzas rusas han presentado generado al menos tres operaciones ofensivas terrestres simultáneas a gran escala, particularmente en las áreas de Borova – Lyman, Kostyantynivka y Novopavlivka en las que ha habido avances y retrocesos por parte de ambas fuerzas. Además se están desarrollando operaciones ofensivas dentro de la zona del frente, en el norte de la región de Sumy, la que todavía no es una prioridad para el presidente Putin a pesar de que sus fuerzas se encuentran a menos de 20 km de la ciudad.

En este contexto y con el objeto de proteger los cuatro óblast que ya posee, así como expandir su ocupación territorial dentro de Ucrania, Rusia se encuentra creando áreas de contención, con prioridad de protección del Donetsk, para lo cual pretende crear una zona de amortiguamiento en el óblast de Dnipropetrovsk, localizado en la parte central de Ucrania. Ello ha llevado a Rusia a someter a la ciudad a bombardeos permanentes, destacando el ejecutado con misiles balísticos el día 24 de junio de 2025, que provocó la muerte a 19 personas y más de 304 heridos (Ukrinform, 2025).

Figura N°4 Movimientos y control del territorio en la guerra ruso-ucraniana al 01 de julio 2025 Nota: (ISW, 2025).

Conclusiones

Los intensos ataques que ha emprendido Rusia durante los últimos meses muestran que Moscú respondió contundentemente en represalia por el ataque ucraniano sobre su aviación estratégica. En tal sentido, el empleo del instrumento militar se ha apreciado en dos áreas diferentes: en el frente de batalla – donde persisten los reducidos avances de la fuerza – y sobre las ciudades ucranianas, que se transformaron en objetivos rentables para influir en el curso de las operaciones.

Se aprecia que las fuerzas rusas han reforzado sus acciones ofensivas con el uso masivo de drones y de misiles de manera combinada, con el objeto de penetrar y abrumar el paraguas de defensa aérea ucraniana, buscando el máximo daño físico sobre instalaciones militares y un efecto psicológico sobre la población.

Dado el aumento de intensidad en las operaciones militares rusas, se estima que Moscú continúa buscando concretar la conquista de territorios ucranianos y con esto la victoria militar, previo al establecimiento de negociaciones definitivas; mientras que las fuerzas ucranianas se encuentran operativamente disminuidas, producto de la escasez de armas y municiones.

Revisa el material de apoyo

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