Escalada de la crisis entre India y Pakistán
La relación entre India y Pakistán se ha dado en un conflicto latente desde 1947, con esta causa lejana o real basada en la partición de la India británica. Este momento dejó a Cachemira como una zona de delimitación compleja – sin existir una frontera reconocida internacionalmente – y, por ende, como uno de los puntos militarizados de la región que permitía cierto equilibrio geoestratégico, hasta el 22 de abril recién pasado, cuando fue alterado por el atentado ocurrido en Pahalgam, en la Cachemira india, donde fallecieron 26 civiles (25 turistas indios y 1 nepalí). En primera instancia, India atribuyó el ataque a Pakistán, debido a sus problemas fronterizos de larga data, no obstante, este último Estado negó toda responsabilidad. Con el paso del tiempo, el grupo insurgente Frente de la Resistencia (en sus siglas en inglés TRF), relacionado con el grupo islamista pakistaní Lashkar-e-Taiba (en sus siglas LeT), reivindicaron la autoría del atentado (Pinzón, 2025).
Desde ese día ambos Estados iniciaron la movilización de fuerzas hacia la Línea de Control[1] (LdC) y – como fuese mencionado en el Informe de Observatorio del 25 de abril[2] – se implementaron medidas diplomáticas severas como la suspensión del Tratado de Aguas del Indo (1960) y el Acuerdo de Simla (1972), revocación de visas, expulsión de cuerpos diplomáticos, entre otras (CEEAG, 2025), desembocando en el empleo más generalizado del instrumento militar en el contexto de esta crisis, lo cual ha recrudecido desde el día 6 de mayo recién pasado.
[1] Línea de Control (LdC) corresponde a la frontera de facto entre India y Pakistán en Cachemira y en la frontera internacional.
[2] Centro de Estudios Estratégicos de la Academia de Guerra del Ejército de Chile: https://www.ceeag.cl/cachemira-nuevamente-al-borde-de-un-conflicto-a-gran-escala/ (25 de abril de 2025)
Operación Sindoor
El martes 6 de mayo, India dio inicio a la “Operación Sindoor”, a través de una serie de ataques aéreos y misiles en contra de 9 objetivos dentro de Pakistán y en la Cachemira pakistaní, considerados infraestructura terrorista. Este agravio representa una escalada significativa en las tensiones entre India y Pakistán, ya que ambos son potencias nucleares.
India justifica esta operación como una medida de represalia y disuasión, dejando entrever su postura de tolerancia cero hacia el terrorismo transfronterizo (BBC News Mundo, 2025; Swissinfo.ch, 2025). Esto queda patente en el nombre de la operación: “Sindoor”, el cual corresponde a un pigmento rojo o naranjo que utilizan los indios en rituales tradicionales para simbolizar el luto nacional, esto presumiblemente representaría la justicia por las víctimas del atentado del día 22 de abril (RT, 2025).
Figura N°1 Mapa de la ofensiva de India y Pakistán
Nota: New York Times (2025)

La ejecución de esta operación refleja una ruptura en los mecanismos convencionales de contención y diálogo entre ambos Estados. Por ello, la comunidad internacional expresó su preocupación por la posibilidad de una escalada mayor del conflicto, principalmente por la capacidad nuclear con la que ambos cuentan y el riesgo que supondría un enfrentamiento para la región del sur de Asia. Representantes del Reino Unido, Rusia, Turquía, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos y China, en distintos puntos de prensa, han instado a la moderación y a la apertura de canales de comunicación que vayan en pos del diálogo (Bonet, 2025; Swissinfo.ch, 2025). Cabe destacar que, dentro de los Estados antes nombrados, China tiene un rol complejo y relevante en el conflicto por la región de Cachemira, dado que como super potencia regional, es un socio estratégico de Pakistán y, a la vez, mantiene una disputa territorial con India. Por tanto, la postura apaciguadora de China podría ser entendida como la de un actor involucrado en el conflicto a partir de sus propios intereses, vale decir, que podría aprovechar la imagen conciliadora para obtener beneficios respecto del Corredor Económico China-Pakistán, ya que Cachemira es el acceso chino hacia territorio pakistaní y una escalada del conflicto hacia una guerra abierta afectaría directamente la inversión en infraestructura construida, como es el caso de la del puerto de Gwadar[3] (CNN en Español, 2025; CPEC, 2024; Schacht, 2024).
Por otra parte, la administración de Xi Jinping ha establecido a India como una zona prioritaria dentro del Indo-Pacífico, ya que se ha convertido en una potencia
[3] El puerto de Gwadar es el primer puerto de aguas profundas ubicado sobre el mar Arábigo en Gwadar, península homónima en la provincia pakistaní de Baluchistán. Gwadar se encuentra en el vértice del Mar de Arabia y el Golfo Pérsico (Gwadar Port , 2025) capaz de rivalizar con China y de amenazar rutas estratégicas como la del estrecho de Malaca, y su paso a través del Índico, entre otros.
En cuanto a Rusia, desde la Guerra Fría (1947-1991) ha mantenido una relación compleja y tensa con Pakistán, ya que este se alineó con el bloque occidental, liderado por Estados Unidos y opositor a la ex Unión Soviética. Asimismo, el gobierno del presidente Putin ha condenado los ataques y llama a las autoridades de Nueva Delhi y de Islamabad al diálogo. Puesto que, la escalada de este conflicto afectaría el transporte de sus exportaciones a través del Puerto de Gwadar y el acceso a aguas cálidas del Mar Arábigo, ya que Pakistán les facilitó el acceso en noviembre de 2016 (Mustafa & Saleh Zaafir, 2016). Adicionalmente, Rusia ha mostrado su interés de formar parte del Corredor Económico China-Pakistán.
Respecto a su relación entre Rusia e India, este constituyó uno de los aliados de India en los tiempos de la ex Unión Soviética, en 1955 durante su visita a la India, el primer ministro Nikita Khrushchev apoyó la soberanía india sobre el territorio en disputa en la región de Cachemira (Wilson Center, 2025). En el transcurso del tiempo, esta relación se ha fortalecido y se refleja en que ambos son Estados fundadores del grupo BRICS+[4]. Adicionalmente, mantienen una relación de cooperación en lo militar y en lo tecnológico, ejemplo de ello, es que India es el mayor comprador de armas rusas, destacando los misiles S-400, tanques T-90 y aviones de combate Su-30MKI. Ambos cooperan en el desarrollo de submarinos y tecnología espacial (Swissinfo.ch, 2025; Revista Zona Militar, 2024).
[4] BRICS+ es la unión de las mayores economías emergentes: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y su acrónimo proviene de las siglas de estos. En 2024, entró en vigor la membresía plena de los Estados invitados a integrarla: Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.
Otro actor relevante es Turquía, quien es aliado estratégico, histórico y cultural de Pakistán, y ha mostrado su apoyo explícito a la postura de Islamabad sobre la región de Cachemira ante la Organización de Naciones Unidas y la Organización de Cooperación Islámica (OCI). En cuanto a lo militar, ambos Estados han intensificado su cooperación, especialmente con la venta de helicópteros T129 ATAK y los ejercicios militares conjuntos. Adicionalmente, la administración de Recep Tayyip Erdogan ha sido el socio clave de Pakistán en el desarrollo de tecnologías de defensa.
El presidente Erdogan, al igual que China, puede ser considerado un actor que actúe por intereses propios en este conflicto y se vería perjudicado en el caso de que este escalase a una guerra, puesto que, el apoyo mostrado por Erdogan a Pakistán se enmarca en el “neotomanismo” que impulsa en su gestión, buscando influenciar y proyectar su poder en el mundo musulmán. Por tanto, estas tensiones podrían permitir posicionarse dentro de las causas musulmanes en el concierto internacional.
Operacionalmente, la “Operación Sindoor” fue una acción combinada[1] de las Fuerzas Armadas indias, cuyos objetivos fueron presuntas infraestructuras terroristas en la Cachemira administrada por Pakistán y en Pakistán (CNN en Español, 2025), las cuales contemplaban campamentos y centros logísticos de grupos insurgentes islamistas considerados terroristas por la India[2], tales como Markaz Subhan Allah en Bahawalpur, Sarjal en Tehra Kalan, Markaz Abbas en Kotli y Syedna Bilal en Muzaffarabad (DW, 2025; India News Desk, 2025).
[1] Las operaciones combinadas constituyen la participación de las 3 ramas de las fuerzas armadas de un Estado: Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
[2] La India considera terroristas a los siguientes grupos islamistas armados que operan en Jammu y Cachemira: Jaish-e-Mohammed (JeM), Lashkar-e-Taiba (LeT) y Hizbul Mujahideen (HM).

Figura N°2 Captura de Mapa de campamentos y centros logísticos atacados por India en Cachemira pakistaní y en Pakistán Nota: Agencia EFE (2025)
Tras los ataques, India aseguró haber eliminado a 70 terroristas en 24 horas, para ello empleo misiles de precisión y evitó incursiones aéreas en espacio aéreo pakistaní y atacar objetivos militares. Por otro lado, Pakistán afirmó que los bombardeos resultaron en 26 fallecidos, incluidos mujeres y niños, y destruyeron infraestructura civil como la mezquita Markaz Tayyaba en Muridke (BBC News Mundo, 2025; Swissinfo.ch, 2025). A su vez, el primer ministro pakistaní afirmó que su país derribó 5 aviones de combate indios y drones, y prometió una ofensiva en respuesta de los ataques perpetrados, ya que “se reserva el derecho a responder, en defensa propia, en el momento, lugar y forma que considere apropiados” (Bonet, 2025).

Figura N°3 Imagen de la mezquita Markaz Tayyaba tras impacto de un misil indio
Nota: BBC News Mundo (2025)
La “Operación Sindoor” se ha caracterizado por el uso de armamento de precisión. India ha empleado misiles de crucero y drones para alcanzar objetivos en los que no se vea comprometido el espacio aéreo pakistaní (Swissinfo.ch, 2025). Pues, la finalidad radicaba en minimizar las bajas y evitar una escalada inmediata del conflicto. Por su parte, Pakistán respondió con fuego de artillería transversal en la Línea de Control, dejando al menos a 3 civiles fallecidos. Cabe señalar que ambos Estados han movilizados diversas capacidades y reforzado sus posiciones en la frontera, incrementando el riesgo de un enfrentamiento directo.
En cuanto a las fuerzas militares de los actores intervinientes, las fuerzas armadas de India se encuentran en una fase de transformación estratégica y estructural, éstas se encuentran dirigidas a la integración y modernización de sus capacidades en diversos ámbitos. Éstas han iniciado un proceso de incorporación de tecnologías emergentes en el ámbito de la defensa como es la inteligencia artificial, sistemas hipersónicos y robótica, entre otros. Además, constituyen una de las estructuras militares más grandes y complejas del mundo, en cuanto a su cantidad de personal y destinación de presupuesto a Defensa, el cual asciende a USD 81.900 millones, representando el 3,2% del gasto militar global (IISS, 2024).
Como otras fuerzas militares, se estructuran en base a 3 ramas de la defensa: el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de India, las cuales se dividen en grupos regionales y se coordinan bajo el mando del Jefe de Estado Mayor de la Defensa, General Anil Chauhan, quien trabaja de manera coordinada con el Estado Mayor de Defensa Integrado, conformado el 23 de noviembre de 2001 (Gobierno de India, 2025) (WarPower, WarPower: India – Regional Defence Review 2025 , 2025).
- El Ejército de Tierra está compuesto por 1.237.000 de efectivos en servicio activo y 1.15 millones de reservistas; presumiéndose además que 2.28 millones de personas integran las fuerzas paramilitares, lo cual convertiría a India en una de las fuerzas armadas más grandes, en cuanto a contingente (WarPower, 2025). Esta institución se organiza en 7 comandos (Central, Oriental, Norte, Sur, Suroeste, Occidental, de Entrenamiento del Ejército), los cuales son dirigidos por un Teniente General, quien supervisa múltiples cuerpos y divisiones. Actualmente, se encuentra en un proceso de modernización con la implementación del programa F-INSAS[1] y la conformación de nuevos cuerpos, cuya tarea es fortalecer la presencia de India en la Línea de Control con China.
- Respecto a la Armada, ésta mantiene presencia en el Océano Índico y participa de ejercicios conjuntos con Estados Unidos, como el Tiger Triumph 2024. Ésta, al igual que el Ejército de Tierra, opera bajo distintos comandos: Occidental (Mumbai), Oriental (Visakhapatnam) y Sur (Kochi); además de contar con fuerzas en la Comandancia de Andamán y Nicobar – que integra a las otras 2 ramas de las fuerzas armadas indias – que cubren las operaciones en el sudeste asiático(WarPower, WarPower: India – Regional Defence Review 2025 , 2025). Dentro de su labor de fortalecimiento, ha modernizado su flota, adquiriendo submarinos de propulsión nuclear y construyendo portaaviones nacionales para aumentar su proyección de poder en la región (WarPower, 2025; IISS, 2024).
- En tanto a la Fuerza Aérea se organiza en 7 comandos (Occidental, Central, Oriental, Sur, Comando de Entrenamiento, Comando de Mantenimiento, Comando de Sistemas). Una de las mejoras en lo conjunto, se dio en 2024, cuando se integró el sistema de defensa aérea del Ejército, Akashteer, con el Sistema Integrado de Comando y Control Aéreo de la Fuerza Aérea. Durante el último periodo, esta institución se ha orientado a la adquisición de aviones de combate de última generación como Rafale y el HAL Tejas Mk2 (WarPower, 2025; IISS, 2024).
[1] El programa F-INSAS consiste en equipar a la infantería india armamento avanzado, red de comunicaciones y acceso inmediato a la información del campo de batalla.
Respecto a las Fuerzas Armadas pakistaníes, se caracterizan por una estructura sólida y bien definida, además de una doctrina orientada a la disuasión convencional y nuclear, a la modernización tecnológica y la autosuficiencia industrial. Al igual que las fuerzas de India, se compone por las 3 ramas tradicionales: Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Dichas instituciones están coordinadas por el Comité de Jefes de Estado Mayor Conjunto, a cargo del General Sahir Shamshad Mirza, quien supervisa la planificación conjunta, la doctrina estratégica y la coordinación interservicios, a pesar de no contar con la autoridad operacional directa sobre las fuerzas.
Dentro de las fuerzas armadas, la Autoridad de Comando Nacional es el responsable del control y desarrollo de la capacidad nuclear de Pakistán, con la finalidad de garantizar una disuasión efectiva ante las amenazas emergentes.
- El ejército pakistaní está compuesto por 560 mil efectivos en servicio activo y 330.000 en reserva, lo cual la convierte en la rama de las fuerzas armadas con mayor contingente. Éste se organiza en 9 cuerpos distribuidos estratégicamente en el territorio y supervisa múltiples divisiones y brigadas, incluyendo la División de Infantería Ligera 34 y el Comando de Fuerzas del Norte(WarPower, 2025).
- En cuanto a la Armada, cuenta con 30 mil efectivos en servicio activo y su objetivo es el de defender las líneas marítimas y la protección de los intereses nacionales. Esta opera en la región, con una flota compuesta por fragatas, submarinos y patrulleras. Además, se encuentra en un proceso de adquisición de nuevas plataformas y de modernización de tecnologías(WarPower, 2025).
- Por su parte, la Fuerza Aérea Pakistaní (en sus siglas en inglés PAF) disponen de 70 mil efectivos en servicio activo y de una flota de diversas aeronaves de combate, transporte y entrenamiento, destacando los cazas JF-17 Thunder, F-16 Fighting Falcon y Mirage III y V. En 2024, presentó el Shahpar-III, un vehículo aéreo de combate no tripulado (UCAV) de altitud media y larga duración, cuya tarea es reconocimiento, vigilancia y ataque (WarPower, 2025).

Tabla 1 Tabla comparativa de capacidad militar de India y Pakistán Nota: Elaboración CEEAG con información obtenida de Global Fire Power –GFP y The Military Balance del IISS (2025).
Conclusiones
La “Operación Sindoor”, iniciada este martes 07 de mayo, marca una gran escalada de la crisis entre India y Pakistán, respecto de las tensiones en la compleja región de Cachemira, que ha significado un punto crítico entre ambos Estados, y que deja en evidencia la fragilidad del equilibrio geoestratégico de la zona y la paz en la región. Asimismo, la operación ya mencionada es una manifestación de la
postura de Nueva Delhi respecto del terrorismo transfronterizo y la respuesta defensiva de Islamabad.
El conflicto entre India y Pakistán se encuentra aún en etapa de crisis, con las respectivas acciones-reacciones-contrarreacciones de las partes en disputa. La evolución de la maniobra que gestionen ambos actores determinará finalmente si se logra desescalar las tensiones, o bien, si se desencadena un conflicto armado de mayor escala.
Por su parte, se debe observar el actuar de la comunidad internacional, quienes jugarán diversos roles respecto del conflicto, tendiendo a buscar algún mecanismo de resolución pacífica de conflictos, pero sin perder de vista los propios intereses. Todo esto, en un escenario en que ambas partes en conflicto cuentan con un arsenal nuclear de preocupación para la región.
Desde la perspectiva nacional, como se ha señalado en informes de observatorio anteriores, Chile tiene una de las participaciones más longevas en el Grupo de Observadores de las Naciones Unidas en India y Pakistán, la cual data de 1949 y contribuye con 2 observadores, quienes son relevados cada 12 meses y tienen como tarea observar en la región de Jammu y Cachemira cualquier alteración al cese al fuego y actividad militar en la Línea de Control (CEEAG, 2025). En tal sentido, este personal podrá generar un aporte significativo en la observación del conflicto y en la comprensión situacional, pudiendo determinar si se ajusta a un patrón de conflicto iterativo, o bien, si presentará condiciones especiales que deriven en una guerra a gran escala.