El reciente fallecimiento del Papa Francisco ha dejado temporalmente a la Santa Sede sin su gobernante y pastor. Sin embargo, desde el inicio de la sede vacante y en un plazo aproximado de quince días debería comenzar el Cónclave que elijará al nuevo Sucesor de san Pedro y Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano (Benedicto XVI, 2013, pág. 253), lo cual quedó confirmado finalmente para el día 7 de mayo. Mientras tanto ha comenzado la recopilación y el estudio del legado del Papa Francisco en sus doce años de pontificado. Una tarea que tomará largo tiempo y seguirá siendo objeto de debate. En este contexto queremos aportar con algunas ideas sobre la influencia del Santo Padre en la geopolítica mundial.
1. "Geopolítica espiritual"
Antes de destacar algunos aspectos del magisterio del Papa Francisco debemos clarificar la locución «geopolítica espiritual». A más de alguno le resultará una expresión extraña o contradictoria. Sin embargo, se trata de reconocer en la función del Papa una doble dimensión: como líder espiritual de la Iglesia católica y como jefe de Estado del Estado de la Ciudad del Vaticano. De este modo, el Romano Pontífice tiene una potestad ordinaria en la Iglesia que es «suprema, plena, inmediata y universal» sobre todos los fieles dispersos por el mundo (canon 331 del CIC), pero también un rol político como jefe de Estado.
Actualmente algunos se refieren a la geopolítica de la religión, geopolítica religiosa o espiritual, cada una de ellas con diversos acentos (Sturm, 2013). De este modo, se reconoce la contribución de la religión en la política internacional para un desarrollo más justo y pacífico de las naciones. En particular, se trata de la misión eclesial ad extra y ad intra del Papa que configura una «geopolítica espiritual».
2. El Papa y la Santa Sede en el escenario internacional
La Iglesia católica, desde su fundación en el siglo I, ha cumplido la misión evangelizadora encomendada por Jesucristo (Mt 28,16-20). Tarea en la que, especialmente desde el edicto de Milán en el siglo IV, también ha tenido una participación importante en la política mundial. De este modo, la Iglesia católica se ha ido transformado a lo largo de la historia en un actor geopolítico importante por su actividad pastoral en el mundo, pero particularmente por la acción diplomática de la Santa Sede encabezada por el Romano Pontífice.
La acción de la Santa Sede, como sujeto de derecho internacional (Chica Arellano, 2024, pág. 55), y, por lo mismo, la acción del Papa en el campo internacional destaca por las relaciones diplomáticas y su presencia en diferentes organismos internacionales. En el ámbito de representación, la Santa Sede cuenta actualmente con 126 jefes de misiones diplomáticas (Secretaría de Estado El Vaticano, 2025). Al mismo tiempo que ella tiene sus representantes pontificios en los mismos países. Legados o Nuncios Apostólicos que tienen una doble responsabilidad, en primer lugar, representar al Papa en las Iglesias particulares o diócesis y, en segundo lugar, representarle ante los Estados y las autoridades civiles (canon 363 § 1 del CIC). Respecto a otras instancias, también se encuentran las misiones permanentes de la Santa Sede ante organismos de las Naciones Unidas como Estado Observador Permanente e instituciones específicas como la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (en su sigla en inglés: FAO) y la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (en su sigla en inglés: UNESCO). De este modo, la diplomacia pontificia, bajo la autoridad y guía del Papa, participa de la geopolítica mundial fomentando el bien común y creando puentes de paz basados en los valores y la ética (Chica Arellano, 2024, págs. 63-64).
3. Geopolítica espiritual del Papa Francisco
En su pontificado, el Papa Francisco intervino de diversas maneras en los procesos políticos nacionales e internacionales. Para destacar su pensamiento señalaremos algunas ideas generales de su abundante magisterio.
3.1. Una economía sin exclusión
En la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium del año 2013, el Papa Francisco presenta las líneas fundamentales que marcarían su acción pastoral. En relación con algunos desafíos del mundo actual, el Romano Pontífice denuncia el desprecio de la ética y la crisis antropológica detrás de los sistemas económicos de mercado. Al respecto, manifiesta que «mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera» (Papa Francisco, 2013, pág. 1043). Esto se daría de la mano con una situación que la economía mundial superará si pone al ser humano en el centro de su acción y promueve una sincera solidaridad entre los pueblos.
3.2. Los derechos humanos
El año 2015, el Papa Francisco pronunció un discurso ante los miembros de la ONU. Después de destacar sus logros en 70 años de existencia, el Romano Pontífice también planteó a los dirigentes de los Estados los principales desafíos en el mundo. En base al progreso del derecho internacional, abogó por el desarrollo integral del ser humano. Ante los «falsos derechos» que destruyen el ambiente natural y atentan contra la dignidad de la persona, el Papa señalaba que «cabe recordar que la limitación del poder es una idea implícita en el concepto de derecho. Dar a cada uno lo suyo, siguiendo la definición clásica de justicia, significa que ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de las otras personas singulares o de sus agrupaciones sociales» (Papa Francisco, 2015, pág. 1038). Esto apunta a una exhortación que finalmente se traduce en el respeto de la dignidad humana y sus derechos fundamentales.
3.4. Los migrantes
Ante el drama de los migrantes fallecidos en el Mar Mediterráneo, el Papa Francisco reflexiona que «en este mundo de la globalización hemos caído en la globalización de la indiferencia. ¡Nos hemos acostumbrado al sufrimiento del otro, no tiene que ver con nosotros, no nos importa, no nos concierne!» (Papa Francisco, 2013, pág. 655). Por eso, en la Carta Encíclica Fratelli Tutti del año 2020, el Santo Padre denunciaba que para no parecer xenofóbicos «nunca se dirá que (los migrantes) no son humanos, pero en la práctica, con las decisiones y el modo de tratarlos, se expresa que se los considera menos valiosos, menos importantes» (Papa Francisco, 2020, pág. 983). El Papa Francisco reconoce que la migración es una situación compleja y que lo ideal sería que no existiera. Sin embargo, ante una realidad urgente, propone cuatro verbos para aplicar con los migrantes: acoger, proteger, promover e integrar.
3.5. Tercera Guerra Mundial
El año 2014, en la homilía pronunciada en el monumento militar de Redipuglia y en el centenario de la Primera Guerra Mundial, el Papa Francisco destacaba que la guerra destruye todo lo que Dios ha creado, incluido al ser humano. Por esta razón, denunciaba que «hoy, tras el segundo fracaso de otra guerra mundial, quizás se puede hablar de una tercera guerra combatida «por partes», con crímenes, masacres, destrucciones…» (Papa Francisco, 2014, pág. 744). Un conflicto mundial al que volvió referirse en la Audiencia General del 31 de agosto del 2022, en el saludo a los peregrinos de lengua polaca. El Romano Pontífice expresó brevemente que «mañana se recordará el aniversario de la Segunda Guerra Mundial, que tan dolorosamente marcó a la nación polaca. Y hoy estamos experimentando la Tercera» (Papa Francisco, 2022). Con este concepto el Papa Francisco se refería a la sumatoria de conflictos bélicos en diversas partes del mundo y la falta de cooperación internacional para su solución.
Bajo la consigna de “Construir puentes, en lugar de levantar muros” y su preocupación constante por el respeto entre los pueblos así como su cercanía espiritual, el Papa Francisco trascendió de lo religioso a materias de seguridad y geopolítica. Todo esto en el marco de la diplomacia vaticana que se caracteriza por sus valores, sutileza e inteligencia. Uno de los momentos en que se ejerció dicho rol – a pesar de las críticas iniciales referidas a una posible laxitud o distancia al inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania en 2022 – fue la propuesta realizada durante el transcurso del conflicto, cuando ofreció participar como mediador para lograr un acuerdo de paz.
El foco del pontificado del Santo Padre destacó por promover la paz. Un ejemplo de ello fue la Encíclica Fratelli Tutti (2020), la cual se basa en el encuentro que sostuvo con el Gran Imán Ahmad Al-Tayyeb y cuyo objetivo fue apelar a la fraternidad universal para superar las divisiones nacionales y económicas, proponiendo el multilateralismo renovado.
A lo señalado anteriormente, se suman otros hitos importantes que, si bien en su momento no dejaron de generar ciertos cuestionamientos, el Papa Francisco promovió incansablemente bajo su rol diplomático. Entre dichos casos se encuentra la mediación de la Santa Sede en el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba en 2014, lo cual permitió los diálogos en disputas complejas y enfrentamientos. Otro hito fue la firma del acuerdo provisional con China en 2018 y renovado en 2020 y 2022, el cual tenía como objetivo el nombramiento de obispos en China con el propósito de mantener la permanencia de la Iglesia católica en el país asiático. Todo ello a pesar de ser criticado por ser considerado un acuerdo con el Partido Comunista chino.
Y en el último año destacó su relación con Estados Unidos, específicamente durante los primeros 100 días del segundo mandato del presidente Donald Trump. Debido a las tensiones en materias de cambio climático, migración y nacionalismo.
3.6. Constructores de paz
El llamado al acuerdo y la paz entre los Estados fue una constante en el pontificado del Papa Francisco. Así lo dejó de manifiesto cada 1 de enero con motivo de la Jornada Mundial de la Paz y en las Audiencias Generales de los días miércoles. A ello se suma que, por ejemplo, en el viaje apostólico a Bélgica del año 2024, el Santo Padre señalaba que «la concordia y la paz no son una conquista que se logra de una vez por todas, sino una tarea y una misión, que se deben cultivar incesantemente, tratadas con tenacidad y paciencia» (Papa Francisco, 2024). Por tanto, la paz requiere del compromiso, esfuerzo y colaboración de todos para que sea real.
Conclusiones
El 26 de abril del 2025 se realizaron los funerales del Papa Francisco. En dichas exequias participaron más de 200.000 personas y 130 delegaciones oficiales, entre ellos jefes de Estados y monarcas. Esto revela la trascendencia del Santo Padre para la Iglesia y su consideración en el plano internacional. De modo que el Romano Pontífice tiene un rol geopolítico espiritual importante en el mundo. Así lo hizo el Papa Francisco como también lo hicieron sus antecesores y lo harán sus sucesores por el bien de la humanidad.
Con una mirada más concreta, la Santa Sede ha ostentado un rol primordial en la dinámica de las relaciones internacionales a lo largo de la historia, lo que ha llevado a resultados concretos en diversos temas que involucran a uno o más Estados. Un ejemplo concreto de ello fue la participación del Papa Juan Pablo II como mediador de la crisis entre Chile y Argentina del año 1978.