Centro de Estudios de la Academia de Guerra

Siria ha experimentado importantes cambios políticos, sociales y económicos en los últimos meses. En diciembre de 2024, una ofensiva relámpago liderada por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y los rebeldes del Ejército Nacional Sirio (SNA), respaldados por Turquía, derrocó al gobierno de Bashar al-Assad, poniendo fin a más de cincuenta años de dominio de la familia Assad. La ofensiva comenzó con la toma de Alepo el 30 de noviembre de 2024 y culminó con la caída de Damasco el 8 de diciembre del mismo año. Al-Assad huyó a Moscú y el líder de HTS, Ahmed al-Sharaa (anteriormente

conocido por su nombre de guerra, Abu Mohammed al-Jolani), asumió la presidencia interina de Siria.

Es relevante señalar que, para el 20 de diciembre de 2024, durante el mandato del presidente Joe Biden en Estados Unidos (EE. UU.), este país retiró la recompensa de 10 millones de dólares que había ofrecido por la captura de Al-Sharaa. Así, una delegación del Gobierno estadounidense se reunió con al-Sharaa en Damasco. Dicha delegación estuvo encabezada por Barbara Leaf, diplomática de alto rango del Departamento de Estado para el Medio Oriente. La funcionaria en cuestión afirmó que la caída de al-Assad debería significar el punto final de la influencia iraní en Siria, para posteriormente comentar que al-Sharaa le había asegurado que no se permitiría al Estado Islámico (EI) ni a otros grupos terroristas operar en territorio sirio. (The Guardian, 2025). Al-Sharaa ha procurado distanciar a su agrupación, HTS, de sus orígenes yihadistas en Al Qaeda. No obstante, persisten incertidumbres respecto al compromiso del grupo con la inclusión y la gobernanza democrática, a causa de sus orígenes yihadistas, lo cual ha generado desconfianza por parte de diversos sectores hacia al-Sharaa (BBC, 2024). Tal y como se recoge en el artículo de The New York Times citado, en las festividades navideñas de ese año, una multitud protestó en los barrios cristianos de Damasco tras la quema de un árbol de Navidad. Durante la protesta, los congregados corearon consignas contra los conflictos sectarios mientras marchaban por las calles portando cruces de madera (The New York Times, 2024).

Figura N°1 Multitudes marcharon en los barrios cristianos de Damasco, después de que se difundiera un video en el que se veía un árbol de Navidad en llamas. Nota: The New York Times (2024).

En el mes de febrero de 2025 se produjo un aumento de las tensiones entre los nuevos líderes y la milicia kurda, debido a que el Gobierno de al-Sharaa había solicitado que se desarmaran y se integraran en las fuerzas armadas nacionales (The New York Times, 2025). Los miembros de la etnia kurda no confiaban en dicha propuesta, ya que el grupo de al-Sharaa había recibido el respaldo de Turquía. Esta situación se tornaba particularmente problemática, dado que los kurdos y los turcos se enfrentan en una disputa territorial y étnica. Como se documenta, el 9 de diciembre ya se habían producido enfrentamientos armados entre el ejército turco y los kurdos. (The New York Times, 2024). Además, al-Sharaa había viajado a Turquía el 4 de febrero para reunirse con su presidente, Recep Tayyip Erdogan, con el propósito de expresar su gratitud por el apoyo recibido en el derrocamiento de al-Assad en diciembre (The New York Times, 2025).

Figura N°2 Ahmed al-Sharaa, presidente interino de Siria, y el presidente Recep Tayyip Erdogan en Ankara, capital de Turquía, el martes 4 de febrero. Nota: The New York Times (2025).

En el mes de marzo se informó sobre enfrentamientos entre combatientes afiliados a los nuevos líderes de Siria y aquellos leales al dictador derrocado Bashar al-Assad. Estos enfrentamientos han dejado un elevado número de civiles muertos, según dos grupos de observación de la guerra, que informaron de que muchos de ellos habían sido asesinados por las fuerzas del gobierno de al-Sharaa (The New York Times, 2025). Los enfrentamientos entre diversos grupos han continuado a lo largo del tiempo, incluyendo a leales a al-Sharaa, cristianos, alauitas, drusos, entre muchos otros.

En este contexto, Israel no permaneció inactivo, llevando a cabo una serie de acciones tácticas que le permitieron ocupar de manera efectiva todos los altos de Golán y avanzar hacia el sur, en las cercanías de Damasco, donde se encuentra al-Sharaa. Israel ha llevado a cabo operaciones de bombardeo en repetidas ocasiones contra Siria, lo que ha resultado en enfrentamientos directos entre las partes involucradas.

Figura N°3 Mapa que muestra los avances israelíes en la zona de los Altos de Golán en Siria, con al menos siete puestos avanzados dentro de la zona de amortiguación y al menos dos puestos avanzados más allá de la zona de amortiguación.
Nota: The New York Times (2025).

Sin embargo, la problemática para el estado de Israel no se restringe únicamente al grupo leal a al-Sharaa; el principal desafío radica en la presencia del ejército turco, que representa una amenaza significativa. En el contexto de un incremento notable en la tensión regional, tanto Israel como Turquía adoptaron medidas para prevenir enfrentamientos directos. Esta situación se produjo en el contexto de una competencia creciente por la influencia en Siria (The New York Times, 2025).

No obstante, la gran sorpresa para muchos fue la reunión llevada a cabo el 14 de mayo en Riad, capital de Arabia Saudita, entre el presidente Trump y al-Sharaa, a solicitud del príncipe saudita Mohammed bin Salman. Como se ha mencionado anteriormente, el gobierno de los EE.UU. ofrecía una recompensa económica a cambio de la captura de al-Sharaa, quien había sido clasificado como «Terrorista Global Especialmente Designado» por el Departamento de Estado de EE.UU. en el año 2013 (U.S. Department of State, 2013). Y no solamente ello. Al-Sharaa también estuvo detenido durante años bajo custodia estadounidense en Irak. Tras ser liberado, regresó a Siria en 2011 para establecer una rama del Estado Islámico, luego alió su grupo con Al Qaeda (The New York Times, 2025).

Figura N°4 Inspeccionando daños tras una explosión en la iglesia Mar Elias, en Damasco. Nota: OSV News (2025).

En junio, se produjo una gran tragedia que enlutó a la minoría cristiana del país. El análisis de los datos recabados evidencia que el domingo 22 se produjeron al menos 20 decesos y más de 60 personas resultaron heridas como consecuencia de la acción de un terrorista que, según los informes, iba armado y llevaba un chaleco explosivo. El ataque tuvo lugar en Mar Elias, una iglesia ortodoxa abarrotada de fieles situada en el barrio de Dweila de Damasco. Una multitud de individuos, al percatarse de la naturaleza del acto del terrorista, se precipitó hacia él con la intención de expulsarlo del recinto eclesiástico, pero éste alcanzó a detonar los explosivos (OSV News, 2025).

En estos días, se observa en Siria un proceso de preparación de sus primeras elecciones parlamentarias, programadas para el 5 de octubre. Estas elecciones constituirán un hito significativo, ya que serán las primeras bajo el mandato del nuevo gobierno islamista. No obstante, se observan problemas en materia de inclusividad política y de integración de los grupos religiosos minoritarios. En el contexto de la situación política actual en la región, un tercio de los parlamentarios continuará siendo designado por al-Sharaa, la ausencia de partidos políticos y la Constitución vigente que no contempla ninguna modalidad de autonomía para ciertas provincias, confieren a la región de mayoría kurda, Rojava, una situación especialmente delicada en lo que respecta a su futuro (AsiaNews, 2025).

Al-Sharaa, por su parte, se ha involucrado en la diplomacia internacional, asistiendo a la Asamblea General de la ONU en Nueva York el 24 de septiembre, lo que supuso la primera aparición de un líder sirio desde 1967. En su discurso solicitó la eliminación de las restricciones económicas impuestas por EE.UU. Además, hizo mención a los ataques perpetrados por Israel, los cuales continúan afectando al país mencionado (La Tercera, 2025) y (Le Monde, 2025).

Conclusión

Siria se halla inmersa en un momento decisivo de su historia. Se trata de un país con una civilización urbana que se remonta a más de 5.000 años, como lo demuestran las evidencias halladas en sitios arqueológicos como el reino de Ebla, el Imperio acadio y, posteriormente, las civilizaciones amorreas y arameas. También está en los inicios apostólicos del cristianismo, fuera de Judea y Galilea. La capital, Damasco, figura como una de las ciudades más antiguas del mundo en cuanto a continuidad de asentamiento se refiere, con una presencia que se remonta, cuando menos, al año 3.000 a. C.

En el marco de la transición actual, tras la destitución de al-Assad en diciembre de 2024, se evidencia una marcada fragilidad en el panorama político y social del país. La caída de Assad ha suscitado esperanzas en ciertos sectores, si bien desafíos como la violencia sectaria, el colapso económico y los persistentes ataques aéreos israelíes amenazan la estabilidad del país.

Además, Siria se encuentra en el epicentro de un conflicto bélico inminente entre Israel e Irán, lo que podría tener consecuencias desastrosas para su futuro y agravar aún más su ya precaria situación. En efecto, las medidas punitivas impuestas por la Unión Europea a Irán, catalogadas como ilegales por Rusia y China, podrían servir como pretexto para que Israel y EE.UU. justifiquen una intervención militar contra Irán. Israel ha advertido, según su perspectiva, que cuenta con un lapso de tiempo limitado para llevar a cabo un ataque a Irán en condiciones favorables. Este lapso se basa en el apoyo militar estadounidense, el cual se presume que continuará siendo incondicional. Sin embargo, se prevé que este apoyo se reduzca en el futuro cercano. La hipótesis que se plantea es que el sentimiento de Israel de estar rodeado de adversarios, además del fortalecimiento de las defensas iraníes y las alianzas regionales entre Arabia Saudita y Pakistán, así como entre Turquía y Pakistán, influye en la percepción de seguridad del Estado hebreo. Es preciso señalar que Pakistán es un país poseedor de armas nucleares y que, teóricamente, tiene la capacidad de transportar dichos artefactos hasta Turquía o Arabia Saudita. En el contexto geopolítico actual, Siria emerge como un punto de convergencia estratégica para israelíes y turcos, contribuyendo a la exacerbación de la situación humanitaria y ambiental en el área.

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